domingo, 16 de diciembre de 2007
La xana
La xana tiene la apariencia de una mujer joven, de gran belleza, con cabellera larga y rubia. Se aparecen preferentemente de noche o en torno a la mañana de San Juan en fuentes o cuevas a las cuales suelen estar vinculadas. Está íntimamente relacionada con el agua, ya que siempre habita en las proximidades de alguna fuente, río, pozo, lago o terrenos pantanosos. Visten sayas o vestiduras blancas, o incluso van desnudas, según los relatos. Acostumbran a peinar su larga cabellera con peines de oro, utilizando muchas veces el reflejo del agua como espejo. También se dedican a lavar la ropa, hilar, bailar o cantar. Además de los peines tienen otros utensilios de oro, como las madejas, y poseen gallinas y polluelos del mismo metal.
La noche de San Juan, el 24 de junio, las xanas se hacen visibles para quien las quiera contemplar con solo acudir a los sitios que habitan como fuentes, lagos y ríos. Aquellos que quieran acometer tal hazaña encontrarán a la xana sentada en una roca, cantando y portando una madeja de hilo de oro, que entregarán a aquel que se lo pida prometiendo desposorio y magníficos tesoros para aquel que consiga deshilar la madeja sin cortar el hilo pero si el hilo se rompiese o no hubiera esposorio, se castigará al osado humano de una manera cruel que acabá en su muerte, atrayéndole hasta el fondo de las aguas.
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