Las Sirenas

Las sirenas son seres fabulosos o mitológicos, que han sido entendidas de diferentes maneras a lo largo del tiempo y de las diferentes culturas.

En la mitología griega las sirenas son una clase difusa que comprende varios seres que se distinguen por una voz musical y prodigiosamente atractiva. Las representaciones artísticas más antiguas (encontradas en vasijas) las muestran como aves con rostro o torso femenino, debido probablemente a la asociación de las aves con el canto. Su ascendencia no está clara. Según las versiones más comunes del mito, son hijas de Melpómene (musa de la tragedia) y de Aqueloo (dios del río homónimo y primogénito de los dioses-ríos). Pero otras versiones las hacen hijas de Aqueloo y Estérope, o Terpsícore (musa de la poesía y la danza) o también del dios Forcis. Según la versión de Libanio, nacieron de la sangre de Aqueloo, que fue derramada por Heracles (Hércules).

De este modo, para los griegos antiguos las sirenas no eran mujeres bellas, sino monstruos que atraían a los navegantes con sus cantos para llevarles a su perdición. Conocida es la historia de Ulises (u Odiseo), que hizo que sus hombres se taparan los oídos con cera y que lo ataran al mástil del barco para poder escuchar él mismo el melodioso canto sin sucumbir a su irresistible
poder de atracción.



Muy distinta es la concepción actual de las sirenas. De seres con cabeza humana y cuerpo de ave se transformaron en criaturas con un bello cuerpo femenino de cintura para arriba pero con cola de pez recubierta de escamas. Este cambio parace ser que se remonta a la Edad Media y a las leyendas celtas y germánicas. Ésta es la sirena del relato de Hans Cristian Andersen, La Sirenita, capaz de entender y hablar la lengua de los hombres, pero condenada al silencio por su pacto con la bruja del mar. En la versión de Andersen la Sirenita debe conseguir que su amado se enamore de ella, pero él se enamora de otra chica (pensando que es la joven que le ha salvado de morir ahogado) y al no poder hablar la Sirenita no le cuenta la verdad. Entonces tiene la oportunidad de regresar al mar si mata a su enamorado, pero no es capaz de hacerlo y acaba convertida en espuma de mar.


Sin embargo, la película de Disney opta por sustituir a la otra muchacha por la malvada bruja que intenta seducir al príncipe pero que es descubierta, casándose la Sirenita con el príncipe y teniendo así la historia el típico final feliz de cuento.


J.K. Rowling incluye las sirenas como criaturas petenecientes al mundo de Harry Potter. Su apariencia es mucho más parecida a la griega, pues son criaturas monstruosas, bastante alejdas de la idea de sirena hermosa que tenemos hoy en día, aunque no tienen forma de ave. Sus cantos se escuchan bajo el mar, pero fuera del agua producen un sonido estridente y muy agudo.